PUBLICACIÓN: DRA. ANA MARÍA VÁSQUEZ GARCÍA
El diagnóstico y tratamiento tempranos del glaucoma permiten preservar la visión y disminuir la carga socio-económica que esta discapacidad visual representa para nuestra sociedad.
Junto al progreso de la investigación y de la tecnología en lo que respecta al desarrollo de técnicas y equipos que permiten un diagnóstico precoz, también ha ocurrido una gran evolución en el tratamiento del glaucoma. El Glaucoma es un grupo de enfermedades, que tiene varios factores de riesgo pero solo uno, que es la presión intraocular, puede ser modificable y tratable. Es por ello que, todos los tratamientos disponibles hasta la fecha, tienen como objetivo bajar la presión intraocular, como un mecanismo para prevenir el daño al nervio óptico y la consecuente pérdida de la visión.
Hasta este momento, con pocas excepciones, la terapia médica sigue siendo la primera línea de tratamiento para las personas con glaucoma. A pesar de que disponemos de múltiples opciones terapéuticas, la falla al tratamiento médico sigue siendo un problema significativo en el manejo del glaucoma, debido en algunos casos a una respuesta inefectiva para bajar la presión intraocular, por intolerancia, alergias o efectos adversos, pero lo más complejo de lograr, es el cumplimiento y la adherencia al tratamiento por parte del paciente. He aquí el objetivo de la SEMANA MUNDIAL DE GLAUCOMA, actividad que nació en nuestro país en el año 2017, llevar una voz de alerta y educación a toda la comunidad sobre la importancia de realizar un diagnóstico temprano de glaucoma y de mejorar el cumplimiento de la terapia, como únicas herramientas útiles que permitan prevenir la ceguera por glaucoma.
Desde la aparición de nuevas drogas a finales de los años 1990 hasta la presente, continúan aprobándose moléculas que generan menos efectos adversos y que tienen mayor potencia para bajar la presión intraocular. Esto ha provocado que el número de cirugías de glaucoma haya disminuido a nivel mundial. Otros aspectos de la investigación son, la terapia genética y la neuro-regeneración.
Los pacientes con una presión intraocular no controlada a pesar de la terapia médica o de la aplicación de láser, necesitan una intervención quirúrgica. Por varias décadas, la trabeculectomía y el implante de dispositivos de drenaje, han permanecido como las cirugías con los mejores estándares para el manejo de esta enfermedad. Durante estos últimos años, se han aplicado modificaciones a estos procedimientos con el fin de mejorar su eficacia y disminuir sus complicaciones. Las nuevas cirugías de glaucoma conocidas como mínimamente invasivas, no son una sustitución a las anteriores, son una opción para casos seleccionados.
Hasta hoy, no existe la cirugía curativa o perfecta, lo importante es la correcta indicación médica y el momento apropiado. Con los avances de la tecnología y del conocimiento, mejores y nuevos recursos están siendo disponibles para el tratamiento del glaucoma.
