El glaucoma está definido como una neuropatía óptica progresiva que afecta al nervio óptico provocando una alteración en la visión y el campo visual. Es la primera causa de ceguera irreversible, con aproximadamente 7.6 millones de personas ciegas bilateralmente en el mundo. Al 2010, se estimó en 60.5 millones de personas con Glaucoma cuyo número se incrementó al 2020 a 79.6 millones de personas.

En nuestro país, la situación es algo similar a la de los demás países en vías de desarrollo, la Organización Mundial de la Salud estimó que entre el 0.3 y 0.5% de la población de Ecuador es ciega y 1 a 2% de la población presenta baja visión. Las causas más comunes de ceguera en nuestro país son, catarata 43%, patologías corneales 17%, retinopatía diabética 10% y glaucoma 15 a 17%.
El glaucoma es una enfermedad silente en sus primeras etapas, siendo ésta una de las razones por la cual lleva a la ceguera; la mayoría de los individuos no perciben la pérdida de su campo visual periférico o lateral hasta cuando su afectación es significativa y se afecta la visión central. Y es por ello, que el diagnóstico no es temprano, encontrándose ciegos al momento del diagnóstico. Y si a esto añadimos, la falta de educación y políticas de prevención en salud ocular, las consecuencias son mayores. Se estima que en los países industrializados la mitad de los pacientes con glaucoma no saben que lo padecen y en los países en desarrollo, un 90% de los individuos afectados no saben que lo están y una vez ciegos no saben qué les causó la ceguera.

En casi todos los casos es posible prevenir la ceguera por glaucoma, la prevención requiere de métodos eficientes y precisos para el diagnóstico precoz, consiste en identificar aquellos pacientes con mayor riesgo, que son aquellas personas que tienen familiares con glaucoma, que son diabéticos, hipertensos, con enfermedades cardíacas o antecedentes de trauma ocular, miopes o hipermétropes altos, con uso prolongado de esteroides, mayores de 65 años de edad, ascendencia afro-americana, asiática o hispánica e hipertensos oculares.

Es por ello que, organizaciones científicas como la Sociedad Ecuatoriana de Glaucoma, organiza La Semana Mundial del Glaucoma, que es una actividad que tiene como objetivo, prevenir la ceguera por glaucoma a través de la educación, como herramienta útil de prevención, mediante la realización de charlas informativas dirigidas a pacientes con glaucoma y sus familiares, así como a la población en general, en todo el país. El conocimiento de esta enfermedad permite entender que el glaucoma es una condición que no tiene cura pero que si se puede prevenir su daño y detener su progresión a través de un diagnóstico oportuno, un buen seguimiento y tratamiento apropiado.